martes, 2 de abril de 2013

relatos lesbicos 2 " la profesora"

 hace mucho navegando en la web encontre este relato, me gusto mucho, lo comparto con ustedes

Los 16 años son una mala edad…las hormonas se revolucionan, y todo se vuelve confuso, tan confuso como se le estaba volviendo a Marta, una chica muy bien formada para su edad, con sus 1,70 metros de estatura, sus 59 kilos, su estrecha cintura, un culito muy bien puesto, que a ella le gustaba remarcar con vaqueros y minifaldas, siempre muy ajustadas y muy cortas…una talla 100 de sujetador…unos labios gruesos, sensuales, con unos dientes rectos perfectamente alineados…sonreía muy pocas veces, pero cuando lo hacía su rostro se iluminaba, se volvía dulce, una dulzura que sus inmensos ojos azules se encargaban de remarcar…
Los 16 años son una mala edad…las hormonas se revolucionan, y todo se vuelve confuso, tan confuso como se le estaba volviendo a Marta, una chica muy bien formada para su edad, con sus 1,70 metros de estatura, sus 59 kilos, su estrecha cintura, un culito muy bien puesto, que a ella le gustaba remarcar con vaqueros y minifaldas, siempre muy ajustadas y muy cortas…una talla 100 de sujetador…unos labios gruesos, sensuales, con unos dientes rectos perfectamente alineados…sonreía muy pocas veces, pero cuando lo hacía su rostro se iluminaba, se volvía dulce, una dulzura que sus inmensos ojos azules se encargaban de remarcar…
Sus notas en el instituto eran pésimas...no es que fuera tonta, pero odiaba los libros, y odiaba estudiar, y se rebelaba contra sus padres, contra los profesores, contra todo en general, lo único que le gustaba era pasarse los días enteros con sus amigos, tan descarriados como ella, fumando porros y etc etc.
Las matemáticas eran particularmente una las asignaturas que más odiaba. Y el profesor que le daba clase no contribuía en mucho a que les cogiese gusto, era un cincuentón aburrido, al que le habían huído todos los pelos de la cabeza para irle a emigrar a otros lugares como el cuello y las orejas.
Hacía quince días que Marta no aparecía por sus clases, pero aquel día decidió quedarse. Por la ventana del instituto se veía un cielo de un color gris plomizo, una lluvia intensa caía sin cesar, llevada por el viento junto con hojas caídas, solo de mirar para afuera se sentía frío, y Marta estaba muy bien allí sentadita con la calefacción, hasta le estaba entrando sueño y todo…
Se abrio la puerta de la clase…Y quien entró no fue el aburrido profesor de matemáticas de siempre, si no una chica, una mujer, de unos 27 años, tenía el pelo castaño claro, liso, muy largo, era alta, más o menos de la estatura de Marta, llevaba unos pantalones de tela, de color negro que marcaban unas bonitas caderas, una blusa blanca de la que parecía que dos grandes pechos querían huir y liberarse, pues no tenían mucho espacio allí dentro…
- Me llamo Alicia, soy vuestra nueva profesora de matemáticas, ya que Paco ha tenido un lamentable accidente bla bla bla bla……
Los chicos de la clase parecían extasiados. Marta sin embargo no lo estaba tanto…lo que tenía era el mono de fumarse un cigarro…llevaba ya cuatro horas sin probar uno…estaba sentada en la última mesa de la clase, en una de las esquinas además, la tapaban veinte o treinta cabezas, y una columna, así que tranquilamente se encendió el cigarro, le dio una calada, y se puso a observar el bonito color del cielo, una gaviota se había posado en un tejado y pegaba saltitos de un lado al otro, las gaviotas no van a clase, no respetan normas, hacen lo que les da la gana…le puden robar la comida a otra, o matar a otro pájaro a picotazos, no irán a la cárcel…ni tienen que estudiar ni trabajar para ganarse la vida…su hogar es el cielo, y no pasan el 90% de su existencia metidas entre cuatro paredes….BRRRRRRRRRRRomMMMM….Un fuerte manotazo en su mesa la despertó de sus pensamientos…se le cayó el cigarro al suelo y su primera reacción fue buscarlo pues era el último que le quedaba en la cajetilla, pero se encontró con que una mano de piel suave y cálida le obligaba a girar la cara…Los ojos verdes y un tanto gatunos de la profesora de matemáticas se clavaron en los suyos azúles.
¿A que viene usted a clase, señorita, a fumar y a mirar por la ventana?
No, vengo a mirarte a ti, es que me he vuelto lesbiana, guapa….te apartas para que pueda coger mi cigarro
Se oyeron algunas risas y Marta se sintió reconfortada, siempre le gustó putear a los profesores, y que los compañeros le siguieran la gracia.
A partir de hoy vendrás castigada todas las tardes, de cuatro a seis, dime tú nombre que lo voy a anotar en la lista, y si alguno más se quiere apuntar, estais a tiempo.
Se hizo el silencio. Marta enrojeció de la rabia. No quería pasarse allí todas las tardes, pero sabia que si no lo hacía se arriesgaba a una llamada telefónica a casa…sus padres iban a comprarle una moto por su cumpleaños que estaba ya al caer…y no podía arriesgarse.
A las cuatro y cuarto de aquella misma tarde se presentó allí. Estaban la profesora y además otros tres chicos, a uno de ellos le conocía, un buen amigo suyo, igualito de mal estudiante que ella. Saludo al chico con alegría y se sentó a su lado, por lo menos no se aburrirían.
-No, Marta…Sientate aquí…- la profesora le señalaba el pupitre que quedaba justo al lado de la mesa del maestro…
Marta obedeció…
-Bien, poneros todos a estudiar, el primero que diga una palabra en vez de estar aquí dos horas esta cuatro, por mí no hay problema que no tengo ningúna prisa.
Se hizo el silencio.
Marta se aburría…Miraba para el libro, pero sin verlo…en un instante determinado, y ya que la tenía tan cerca, su vista se clavó en la profesora, en Almudena…estaba leyendo un libro enorme de gordo, parecía la biblia…pero no la debía tener muy absorta, por que como si adivinara que la estaban observando, levantó sus ojos del libro y los posó en los de Marta…
Se quedaron mirando unos segundos que a Marta se le hicieron eternos
Creo que el libro de matemáticas no lo tengo escrito en la cara…verdad?
Marta se recostó en la silla con cara de fastidiada y volvió a fijar la vista en el libro…Casi se dormía, estaba haciendo esfuerzos para no entrecerrar los ojos….de repente algo golpeo su pie…
Disculpa
Era la profesora, sus mesas estaban tan cerca que sin querer le había rozado con el pie al cruzar las piernas…
Marta no dijo nada…y sin darse cuenta, quizas por el aburrimiento, se fijó en las piernas de Almudena…la verdad es que eran más interesantes que el libro de matemáticas…No entendía que le pasaba…ella era heterosexual, siempre le habían gustado los chicos…Además tenía un medio rollo por ahí con un vecino suyo que la traía loca, un chico alto y fuerte, bastante bien dotado, Marta había tenido ocasión de comprobarlo, pues le había pajeado varias veces…el siempre quería pasar a algo más que las pajas, pero Marta nunca le había dejado, por miedo a que le hiciera daño, seguía siendo virgen.
Los días fueron pasando, y según pasaban los días más crecía el interés de Marta por aquella profesora…Nunca faltaba a sus clases, raro en ella, y hasta iba a los castigos muy féliz, por las noches soñaba con que no había nadie en clase, que estaban las dos solas, y hacían el amor sobre una de las mesas.
Un día, al terminarse el castigo, Marta salio del instituto con la frustación de todos los días, se había enamorada de aquella mujer, quería poseerla, quería que hicieran el amor, quería besarla…Pero no sabía como decírselo, y a veces sentía que la odiaba por todos los sentimientos que despertaba en ella
-Martaaaaa….
Su vecino había ido a buscarla…se acercaba hacia ella con una sonrisa en la cara y la misma mirada de depravado que ponía cuando ella le hacía las pajas
-Chica, tengo el detalle de venirte a buscar por que tu madre me ha dicho a que hora salías y yo te echo de menos y mi polla más…- Dijo acercándose a ella y susurrándole al oído
Marta se sintio asqueada…antes no le daba asco pero ahora sí
-Estás muy distante últimamente casi no nos vemos, Marta…
-Suelta…- Dijo ella y empezó a caminar alejándose del instituto…Pero en esto se fijó en la profesora, en Almudena…acababa de salir tb…y se dirigía hacia ellos pues tenía el coche aparcado allí justamente, todo un cochazo, otro de los sueños preferidos de Marta era que hacían el amor en el asiento de atrás de aquel Mercedes SLK
Entonces una lucecita se encendió en su mente…Cogió a su vecino y lo tiró contra el Mercedes, se pegó a el, que enseguida le empezó a sobar las tetas, y ella le besó, sus lenguas se juntaron…Las manos de el, bajaron de sus tetas hasta su cintura, se posaron en su falda, Marta sabía que con lo salido que era su vecino tenía que tener cuidado pues si no acabarían follando alli mismo y ella no pretendía eso, solo quería poner celosa a la persona que amaba.
Disculpen…
¿Qué quieres zorra? – Dijo el vecino malhumorado al verse así interrumpido.
Es mi coche….- se había sonrojado y todo…Marta la miraba, divertida- …tengo que irme, luego si quereis podeis seguir con lo que estabais haciendo
Naturalmente que no siguieron, en cuanto el coche de Almudena se alejó el pobre vecino se quedó caliente y salido, y enfurecido.
Al día siguiente Marta notó que algo había cambiado en su querida profesora…Nunca habían tenido una relación muy cercana, pero es que ahora la notaba más distante que nunca.
Se sentó como siempre cerca de ella, y se acomodó para pasar las dos horas del castigo impuesto…La saludó, pero Almudena no contestó, ni siquiera levanto la vista del libro que hojeaba.
Terminó el castigo. Marta salíó del instituto…Era un día de invierno malísimo, parecía como si se fuera a terminar el mundo…los rayos caían del cielo sin tomarse ni un respiro, formando un juego de luces y un espectáculo que daba gusto verlo, eran las seis de la tarde pero parecía noche cerrada, y llovía como si se estuviera terminando el mundo. La parada del bus que Marta tenía que coger para llegar a su casa estaba cerca, pero aún así se empapó, cuando llegó toda su ropa estaba mojada, gotas de agua resbalaban por su nariz, por su cuello, tenía mucho frío…el bus no daba pasado…se sentía realmente mal, estaba casi temblando…
Entonces un claxón sonó a su lado…No se veía mucho entre la lluvia y la oscuridad, pero era un Mercedes…el corazón le dio un vuelco….se acercó, dudando, temblando, y ya no solo por el frío…
Unos ojos gatunos la miraban desde el interior del Mercedes…
Sube…- dijo la dueña de aquellos ojos
Y Marta subio…
- Le voy a poner el coche perdido, se le mojara la tapicería…
- Estás empapada…cogerás una pulmonía…voy a llevarte a casa, dime donde vives
-Gracias…- susurró
Se estaba muy agusto allí dentro…el motor arrancó con un suave ronroneo…el viaje no duraría mucho, aunque Marta hubiera deseado en aquel momento vivir en Indochina, y quedarse allí eternamente, con ella…Tenía que hacer algo…pero su corazón parecía querer salirsele del pecho, y las palabras no llegaban a su mente, lo único que podía hacer era mirarla…Pero sus miradas no eran correspondidas, pues Almudena tenía la vista fija en la carretera…Entonces un semáforo en rojo se interpuso, y la carretera ya no requería tanta atención…Almudena piso el freno, puso la primera, y al hacerlo rozo la pierna de su copilota…
-Perdón…- Dijo, con una sonrisa preciosa…
Marta se la devolvió…se miraban fijamente…el corazón de Marta parecía querer estallar...
-Tu novio tendría que haberse acercado por ti un día como hoy…parece que lo hace solo cuando no llueve, ¿Verdad?
-No tengo novio…si algún día se me antoja tenerlo, me lo buscaré con un Mercedes como el tuyo- dijo Marta, guiñándole un ojo- Yo lo único que tengo es un vecino salido y desmotorizado
Almudena volvio a mirar a la carretera, sin decir nada…
-Pero no me interesa ningún chico- Marta se sonrojo, y sacando fuerzas y animos de donde no los tenía añadió en voz más baja- Me gustas tú…
El semáforo cambió a verde, y Almudena arrancó, sin decir nada…quizás no la había oído…O quizás sí, pero no le interesaban las niñatas, y prefería a los hombres hechos y derechos de pelo en pecho que sería lo lógico…
Marta sintio que las lágrimas estaban a punto de asomar a sus ojos…se sentía rechazada, humillada, despechada, miles de sentimientos negativos a la vez, iba sumida en sus pensamientos, desconectada ya del mundo, del coche, de todo…Cuando en un momento dado volvió a la realidad, al mirar por la ventanilla, vio un paisaje extraño…por allí no se iba a su casa…se acercaban a la zona de la costa
¿A dónde vamos?
Nada, ninguna respuesta, el Mercedes salio de la carretera general y tomo un desvío…tras una media hora de viaje por carreteras secundarias, mal asfaltadas, y luego ya sin asfaltar directamente, llegaron a un acantilado...no se veía rastro de persona humana por ningún lado, solo árboles altísimos, solo el mar, y una luna llena que relucía ya sobre el cielo, iluminando la noche de una forma que se veía como si fuera de día…Y había parado ya la tormenta, ya no llovía, ni tronaba
Baja del coche, porfavor
Marta lo hizo, y al momento se vio empujada contra la puerta, ya cerrada, del Mercedes…
Podía sentir el aliento de Almudena en su cuello, podía sentir su cuerpo, podía sentir el calor de su corazón, los ojos gatunos de ella fijos en los suyos…
Tu a mí tb me gustas…-le susurro Almudena al oído- Y voy a hacerte el amor
Marta sintió unas manos introduciendose por debajo de su falda, muy hábilmente le quitaron el tanga, y empezaron a acariciar su coño depiladito…
Yo…soy virgen….- El calor subía a las mejillas de Marta, estaba muy ruborizada, y no sabía que hacer…
Almudena no dijo nada, acabo de desnudarla completamente, y se desnudó ella...Tenía unos pechos preciosos…Marta los acaricio, con miedo…dudando…
Entonces a parte de las Matemáticas, creo que aprenderás otras cosas, conmigo…
Y sin más, colo una de sus manos entre las piernas de Marta, y le metio dos dedos en el coño, con fuerza, y con profundidad…Marta sintio un dolor intenso, e iba a quejarse, pero Almudena la besó sus lenguas se encontraron, no podía quejarse pero le seguía doliendo, quería irse, pero Almudena con el brazo que le quedaba libre la sujetó…Estaba fuerte…los dos dedos se quedaron aparcados dentro de ella, y cuando su coñito por fin ya empezaba a acostumbrarse a aquellos nuevos intrusos, estos empezaron a moverse, despacio al principio, luego más rápido….cada vez más rápido, hasta que cogieron un ritmo más o menos constante, y Marta se acostumbró a el...y le gustaba…sus caderas se acompasaron con el movimiento de aquellos dedos…
Estaba muy excitada, y decidio hacer lo mismo que le estaban haciendo a ella, acaricio el coño de Almudena, ella no se opuso…
¿Pero no era yo la maestra? ¿?
Ya no necesito más enseñanzas…- Dijo Marta, y tres de sus dedos se introdujeron en el estrecho coñito de Almudena- Aprendo rápido, como puedes ver…
Almudena no dijo nada, solo gimió….Se corrieron las dos a la vez, y esa misma noche volvieron a hacer el amor, en el asiento de atrás del coche, y aquel acantilado se convirtió en su lugar de encuentro para muchas muchísimas noches más de pasión desbocada

etapas luego de la pelea con tu novia!!

ufffff nos peleamos con nuestra querida y amada novia...
toda less pasa por estas etapas ( o por lo menos as que yo conozco, me incluyo)

1. yo puedo sola, no me interesas mas, no te quiero, te quedo claro, NO TE QUIERO, SOY UNA MUJER AUTOSUFICIENTE, no te necesito, estoy mejor sin vos nena.

sintomas: cantas sobrevivire, vas al super con la frente en alto, llamas amigas, haces planes, planificas tu futuro, queres cambiar de trabajo, salis a correr, mp3 en mano, etc.

2 soy Angelina jolie, todas estan atras mio, porque soy sexi, me perdiste y vas a ver cuantas quieren esta carne!!!!

sintomas: vas al super con tu mejor ropa, sentis que toooooooodas se dan vuelta para mirarte ( inclusive la señora de la caja que tiene 60 años).  Te arreglas como para ir al Sheraton, te paseas por el centro con cara de me llevo el mundo por delante...

3 quiero a mi amigaaaaaaaa!!! no aguantas mas, se lo tenes que contar a tu best friend ( que por lo gral es una de tus ex)

sintomas: le picas la cabeza a tu amiga, le contas tu triste historia, como esa perra maldita te hizo sufrir, se repite la frase vos me entendes no?......... ( a los 3 dias seguro tu amiga se enfermo de golpe y no puede ir a verte, o saco un pasaje al congo)

4 me siento solaaaaaaaa, no podes, la extrañas, la deseas, la queres, la amas, no podes seguirrrrrrr

sintomas: escuchas la 5º estacion, te moris con arjona, ricky martin, valeria linch y cualquier musica triste viene bien para sufrirrrrrrrrr, ( te terminas muriendo de angustia con NO PUEDO ESTAR SIN TI de Rosana)

5 encontre un nuevo amorrrrr.... ya me olvide de vos, te deseo lo mejor ... fue culpa de las dos, estamos mejor asi

sintomas: escuchas yo pa ti no estoy de rosana, te preparas para un encuentro con un nuevo amor, sentis adrenalinaaaaaaaaaaaa.... te preguntan seguis mal por tu ex???... que ex?? a ni me acordaba mira....

viernes, 22 de marzo de 2013

mi amiga hetero

nunca fui de tener muchas amigas, menos del ambiente, hay un dicho entre las less, si tenes una amiga hetero es como tener de amiga a una gallina, en algun momento te la vas a querer comer!!!....(sera cierto?)
a esta chica la conoci en la facu, primer dia de clases... yo solita con cara de no se acerquen porque muerdo..... miraba mi celu y de pronto escucho..Vos estudias historia?.. levanto la vista y ahi estaba, primera inpresion..esta buenisima... segunda impresion... que linda cola.... tercera impresion.... esta concheta, modelito de pasarela, que hace hablandome a mi?.... prejuicios de mi parte y presentacion forsada, lo primero que habia que preguntar era... si tenia novio!!!!....
la cuestion es que cuando entramos al salon se sento al lado mio,... y puffff que buena que estaba, no podia dejar de mirarla, mi cerebro enviaba señales diciendome.. no seas tan obvia!!!
para que quede claro, es una muñeca, una cara perfecta, una mirada dulce, te derrite, una voz casi sensual, lo justo y necesario, pero lo mejor de ella lo descubri con el tiempo, es una excelente persona, y toda esa belleza que tiene por fuera se duplica en su interior....
me genero enseguida una confianza, que hasta le conte en menos de un mes que era gay, cosa que me cuesta mucho, pero igual yo seguia con los prejuicios, pero como una forma de cuidarla, es que vivimos en un pueblo que si te ven con alguien, ya salis con esa!... entonces casi ni queria acercarme mucho, no caminaba por el centro con ella, es mas hoy despues de dos años de amistad, me cuesta abrazarla, no me sale natural, por miedo que lo tome mal, que piense que tengo otra intencion, y hablando de eso, habia llegado el momento de decidir, si priorizaba la amistad o mis instintos animales....jajajaja
no me arrepiento de la desicion que tome, porque gane una amiga de fierro que siempre esta, que me escucha, me entiende, me aconseja y me reta, pero lo mas importante es que con ella puedo ser yo misma, sin mascaras, sin esconderme, sin mentiras, y gracias a ella me anime a decirle a todo el curso mi condicion sexual, porque se que estaba a mi lado apoyandome, y cuando me dijo que se sentia orgullosa de mi por eso, fue uno de los momentos de a vida que no se olvidan...
la quiero con el corazon y con el alma, y daria a vida por ella, pero no amor sexual, es amor de amigos, es una amistad pura que te llena el pecho, que te alimenta el alma, ella me hace feliz, y con eso descubri que no todos son lo que parecen y que la gente merece una oprtunidad para conocerlos, y tambien descubri que no hay una sola forma de querer a una mujer....

martes, 19 de marzo de 2013

docencia y homosexualidad

El factor docente

¿Qué pasa cuando al frente de una clase hay una persona gay, lesbiana o trans? ¿Se puede hacer explícita esa presencia?, ¿servirá para habilitar el diálogo, para abrir el imaginario de alumnos y alumnas? ¿Quiénes están o estarían dispuestos a escuchar? ¿Cómo se trabaja esa escucha? Preguntas útiles en el camino de construir una sociedad con menos violencia, aunque todavía la mayoría se contesta con silencio.
 
Por Marta Dillon
“Uno de los lugares que genera más temor a visibilizarse es el trabajo, y más si es una escuela primaria y sos maestra. La escuela no puede escapar de la lógica moralizante y disciplinadora con la que fue fundada. Y ahí estamos las maestras, desexualizadas, o en todo caso heterosexualmente sexualizadas, deserotizadas y guardianas de la (doble) moral hegemónica”, escribía Valeria Flores en su libro Notas Lesbianas –Hipólita Ediciones, 2005–, en el que daba cuenta de su recorrido en tanto maestra lesbiana dispuesta a hacerse visible en el aula de la escuela neuquina en la que trabajaba y trabaja. No se trataba, por supuesto, de compartir su intimidad con alumnos y alumnas sino de ampliar los límites de lo posible para quienes estaban en el aula, para las familias en las que se replicaría ese acto político. Y para ella misma. Porque si algo supo esta activista que no deja de nombrarse como “maestra lesbiana” con ánimo de desbaratar una supuesta normalidad que se aplica como ley y con violencia es que las primeras barreras que debería saltar eran las propias: “¿Qué me detenía? Creo que mi propia vergüenza. Esa voz secreta e íntima que te dice: ‘acá no es necesario’, ‘les puedo decir que me gustan las mujeres en vez de decir que soy lesbiana que suena tan fuerte’, ‘me pondría colorada’, ‘van a venir las mamás y los papás a decirme que les arruiné la vida a sus hijos e hijas’, ‘la relación con mis alumnos y alumnas va a cambiar, tal vez les dé un poco de asco’”. Cinco años después de publicadas, las reflexiones de Flores no sólo no han perdido actualidad sino que siguen siendo una isla a la hora de pensar y registrar cómo irrumpen en la escuela las identidades disidentes.
Ser gay o lesbiana y estar al frente de un aula suele ser algo que se oculta o, en el mejor de los casos, no se tematiza. Sí, en cambio, habrá debate y posiciones enfrentadas con eco en los medios cuando es una persona trans la que se propone como educadora. Sucedió, por ejemplo, en 2007, en Río Grande, Tierra del Fuego, cuando Melina Gutiérrez, profesora de secundario, comenzó a ser llamada por padres y madres que solicitaban su expulsión como “el profesor travesti” o “ese hombre vestido de mujer”. Es que permanecer en el closet para una persona trans no suele ser una opción. Ellas y ellos ponen el cuerpo en el más literal de los sentidos. Homosexuales y lesbianas, en cambio, suelen poder optar por el silencio o un disimulo que deja entreabierta la puerta del closet, como si poner en palabras ese rasgo de identidad que implica la sexualidad mereciera ser tematizado.
“Algunos de mis alumnos saben que estoy en pareja con una chica, otros no y otros no sé”, dice Virginia, 35 años, profesora de educación artística en varias escuelas primarias y secundarias de Olavarría, no sin antes aclarar que no da su apellido porque “es una forma de protegerme todavía. No ha sido fácil hacerme cargo de mi orientación sexual, tengo dos hijas de 14 y 9 años. Me echaron de mi laburo anterior por mi actual relación de pareja; me tengo que proteger”. Virginia no calla, pero tampoco habla. “Los alumnos se han ido enterando por sí solos, hablo de mi pareja con naturalidad, no explícito que se trata de una pareja homosexual, no por ocultarlo sino porque lo tengo naturalizado.”
“El sexo, la sexualidad, no es un tema de conversación durante la clase. Yo doy clase para chicos que tienen 12 y 13 años y todavía no hablan mucho del tema. Yo creo que la mayoría de ellos no conoce mi orientación sexual. Si alguno viene y me pregunta, por supuesto que le diré la verdad”, dice Roberto Trabucco, docente de las escuelas media Nº10, Nº12 y Nº16 de Tigre, que planea casarse con su pareja a fin de año. A pesar de que su materia es prácticas del lenguaje que dicta en segundo y tercer año de la secundaria, los debates que se dieron en torno del matrimonio igualitario no lograron atravesar la puerta del aula, “ni yo lo propuse ni los chicos propusieron hablar del tema”. No importa que la Ley de Educación Sexual tenga ya cuatro años de haber sido promulgada ni que se haya consagrado a sus contenidos básicos como transversales y no para ser ofrecidos desde una materia específica. Hay cosas de las que no se hablan, ni en clase ni con otros profesores o profesoras. “En ninguna de las escuelas manifesté abiertamente mi condición de homosexual. Los directivos y los docentes que trabajan en las escuelas se fueron enterando, o porque iba a reuniones con mi pareja o porque me veían hacer alguna llamada por teléfono. No hubo reacciones extrañas. Ni los directivos ni los docentes, ni el ámbito del sindicato”, dice Trabucco.
La experiencia de Virginia es distinta: “Mis compañeros de trabajo en general saben, algunos se dan por aludidos y otros se hacen los boludos y cambian de tema cuando hago algún comentario sobre mi pareja, noto que se sienten como incómodos. Los directores sí lo saben y con ellos no he tenido problemas. Con los docentes tampoco, no es que se quejaron, simplemente que yo noto que a veces se ponen incómodos cuando me refiero a mi pareja”. Es que la sala de profesores suele actuar a modo de laboratorio de lo que puede esperarse del resto de la comunidad educativa y que incluye también a padres y madres, a padres o madres. Para Lucía M., 30 años, profesora de lengua y literatura de una escuela católica de Hurlingham, hablar en el aula es más fácil que con sus pares. Ni a ellos ni a los directivos de la escuela les habló de su orientación sexual, “tampoco me lo preguntaron”. No lo saben, dice, “y si lo saben, nunca hicieron ningún tipo de comentario discriminatorio”. Ni de ningún otro tipo, aclara. Sin embargo, con sus alumnos y alumnas el diálogo es más fluido. Por interés propio, Lucía suele habilitar el diálogo, aunque nunca en nombre propio. “Tal vez algunos intuyan algo porque hay quienes asocian el hecho de tener una postura a favor de la igualdad de derechos con la homosexualidad. Pero nunca se dio que algún chico o chica me preguntara abiertamente si a mí me gustaban los hombres, las mujeres o qué”; ella, como Virginia, ni habla ni calla y ésa parece ser la constante en la que la mayoría se reconoce.
Norberto E. tiene 27 años, da clases en un colegio centenario de Victoria, en la provincia de Buenos Aires, y tiene a cargo un seminario para quienes cursan el último año de la secundaria de artes combinadas. El, como Lucía, que se enfrentan a grupos de adolescentes en su mayoría de clase media, reconoce que sus propios prejuicios y los de los y las docentes en general no son compartidos por el alumnado. En los chicos y chicas ven “una amplitud mental que la escuela no tiene”, según Norberto. O “una capacidad de querer escuchar y entender con menos pruritos que los adultos”, según Lucía. Aunque los dos reconocen, como Virginia, que es la institución la que cierra los espacios posibles para expresiones diversas: “Cuesta mucho identificarse con alguna otra identidad sexual que no sea la hétero en las escuelas. Todo lo que se respira y aprende en las escuelas va dirigido a la identidad heterosexual, sin posibilidad casi de dejar alguna grieta por donde surjan otros modos de relación, otras identidades sexuales. Creo que lo más importante de destacar es la falta de espacio que los mismos docentes cerramos para que los chicos se expresen”.
Es que aunque ninguno de los y las docentes que testimoniaron ahora tenga registro de haber sido discriminado –ni siquiera la maestra de Olavarría, a pesar de haber perdido un trabajo–, las pequeñas violencias cotidianas se advierten. Norberto, por ejemplo, cuenta que tuvo “un alumno que era visiblemente gay y que era blanco de gastadas. Hablé del tema con la directora de la escuela y me dijo que el chico era bien aceptado, que no era una situación grave, y que para la escuela era como una ‘nena’ más”.
“Es que los chicos son abiertos –agrega Lucía–, pero sienten la necesidad de responder a roles o mandatos que tienen que ver con la educación que reciben de sus padres. Si se animan a hablar en mis clases es porque entienden que lo que digan quedará ahí, en el aula, es un pacto implícito.”
¿Qué efectos de conocimiento, qué posibilidades para el imaginario, para el descubrimiento de los propios placeres y la propia identidad puede generar en chicos y chicas que una maestra o un maestro ponga palabras a su particular manera de ejercer la sexualidad? ¿Qué efectos puede producir que quien brinde sus saberes pueda hacerlo desde un cuerpo desobediente que desafía los supuestos de la llamada normalidad que no es otra cosa que la imposición de un deber ser hegemónico? Preguntas abiertas todavía en escuelas aún demasiado cerradas.


FUENTE: PAGINA12 SUPLEMENTO SOY

mi tatto!!!

hacia ya tiempo que queria un tatoo que me identificara, y pensaba que hacerme, la bandera del orgullo, el triangulo, el hacha, los anillos juntos, lo consulte con mis amigas, heteros y less y todas me decian lo mismo, es un quemo!!!, y yo les decia por? ...porque no vas a conseguir trabajo... porque estas estudiando una carrera docente.... porque se va a enterar tu familia, tus compañeros....
y yo pensaba, que me lo diga una chica hetero bue... pero una chica less? me hizo ruido, cuanta discriminacion tapada, cuanto seudo orgullo, cuanto desamor por uno mismo...
en fin... una tarde lluviosa, agarre el cole, (y agarre coraje), y me fui silvando bajito a lo del tatuador, resultado: quedo hermoso el tatto!!!
a la vuelta voy a lo mi amiga y se lo muestro, me pregunta, cuando des clases te lo vas a tapar? le digo NOOOO, y que les vas a decir a los chicos, me dice,..... QUE SEAN LO QUE QUIERAN SER Y ESTEN ORGULLOSOS DE ESO.. LE DIJE.... silencio incomodo....cambio de tema